La mayor parte de la información que tenemos sobre la civilización vikinga procede de las sagas. En el imaginario colectivo, los vikingos eran guerreros valientes, robustos y de pelo rubio que asaltaban las costas del norte de Europa.
Se perciben como una sociedad distinta de personas con un linaje genético puro. Sin embargo, hoy en día, las recientes excavaciones arqueológicas nos convencen de que esta supuesta superioridad atribuida a los vikingos no es más que un medio utilizado por los supremacistas blancos para justificar el odio y la violencia. Es hora de aclarar las cosas.
Al menos hasta donde han revelado las investigaciones arqueológicas y los estudios de ADN sobre diversas muestras óseas vikingas.
Hoy en día, las investigaciones han revelado que los vikingos no eran un grupo de hombres salvajes que llegaron a Europa desde Escandinavia. Un amplio estudio del ADN extraído de antiguos huesos vikingos revela una verdad inesperada. Que los vikingos no eran un grupo homogéneo de personas, sino un conjunto cosmopolita de comerciantes, agricultores, cazadores y exploradores.
Ya en la lengua nórdica, conceptos como incursiones vikingas, piratería, exploración, etc., son los que más se asocian a la palabra "vikingo". El pueblo vikingo era, por tanto, un grupo predominantemente escandinavo que navegó por los mares a partir del siglo VIII, creando un fenómeno o movimiento que tuvo lugar en todo el mundo y que se prolongó durante los 3 siglos de la Era Vikinga.
Está claro que las invasiones vikingas estaban motivadas por la búsqueda de nuevas tierras para sus actividades, especialmente la agricultura y la ganadería. Según la historia, Carlos el Simple, entonces rey de los francos, abdicó para ceder el equivalente de la Alta Normandía al jefe vikingo Rollo con el fin de detener el saqueo. Esto fue en el año 991.
Los vikingos, procedentes de la actual Noruega, atravesaron el oeste y se asentaron en Irlanda, Escocia, el noreste de Inglaterra, las Orcadas, las Shetland, las Islas Feroe y las Hébridas. Algunos se dirigieron a una isla cercana al Círculo Polar Ártico: Islandia. En esta tierra construyeron granjas para la agricultura y la ganadería. Según las últimas excavaciones arqueológicas, el periodo de ocupación comenzó en el año 770, época en la que se produjeron las primeras incursiones vikingas.
El análisis del ADN de los huesos encontrados en lugares distantes y las coincidencias realizadas para deducir la ascendencia han revelado que los vikingos salieron de Escandinavia pero fueron más activos fuera de su territorio que dentro de él. Por ello, se mezclaron con diversos pueblos que encontraron durante sus viajes.
Por ejemplo, se han identificado tres centros genéticos donde los vikingos se mezclaron con otros pueblos. Se trata de la actual Dinamarca, la isla de Gotland y Öland, en la actual Suecia. Está claro que estas tres regiones representan centros de comercio.
Otras investigaciones que incluyen la excavación de armas y barcos vikingos enteros también han establecido que no todos los vikingos procedían de la región escandinava.
Está claro que los vikingos venían de Escandinavia, pero no todos. Eran muy móviles. En consecuencia, se produjeron migraciones, vínculos y afiliaciones. Sus orígenes son diversos y en su mayoría mixtos. Los vikingos no son todos hombres altos, rubios, con barba y violentos unidos por la etnia.
La cuestión que se plantea es la siguiente. Lo que provocó el fenómeno vikingo que vemos en las sagas y que da la impresión de que son un pueblo unido por una lengua, una filosofía y una tierra. Para responder a la pregunta, diríamos que ser vikingo es una forma de triunfar política y económicamente. Es una forma de vida.